Cuando la primavera alcanza su clímax en Córdoba, se despliega un tapiz de tradición y alegría: la Feria de Nuestra Señora de la Salud. Arraigada en el alma de Andalucía, esta festividad es una de las más antiguas de la región, ocupando el tercer lugar en antigüedad y en importancia, siendo precedida por las ferias de Mairena de Alcor y Jerez. Desde su inicio, la feria ha sido un evento emblemático, un hilo que teje la historia local con la cultura y la diversión.
Un viaje por la historia
La feria inició su andadura en 1284, cuando el Rey Sancho IV concedió a Córdoba el privilegio de celebrar un mercado franco. Este mercado se transformaría con el tiempo en la Feria de Nuestra Señora de la Salud. Las transacciones de ganado, que fueron el corazón económico de la feria, pronto se entrelazaron con celebraciones y festividades que atrajeron a gente de todos los rincones de España.
A medida que pasaban los siglos, la feria se convirtió en un espejo del desarrollo de la sociedad cordobesa. Los siglos XVII y XVIII vieron cómo la feria se expandía, con música, baile y espectáculos ecuestres sumándose a las actividades comerciales.
Entrando en el siglo XIX, la feria había trascendido su papel como mercado de ganado para convertirse en un evento social de primera magnitud. Se instauraron las casetas, y la tradición del flamenco, junto con los trajes típicos de la región, comenzaron a tomar protagonismo. La Feria de Córdoba ha sabido mantener la esencia de su herencia, adaptándose a los tiempos modernos sin perder el alma que la caracteriza. La Feria de Nuestra Señora de la Salud es ahora un evento que celebra la historia y la vida contemporánea, acogiendo tanto a los cordobeses como a visitantes bajo su manto de fiesta y tradición.
Explosión de Cultura
El recinto ferial se convierte en un lienzo vivo donde cada caseta es una pincelada de color. Flamenco, sevillanas y copla se entremezclan con los ritmos contemporáneos para ofrecer una experiencia musical diversa y vibrante. Los desfiles de caballos y carruajes son un espectáculo de gracia y tradición, mientras que los trajes de flamenco tejen una narrativa visual de la moda y el folclore andaluz.
A esto se le suma la gastronomía que define a Córdoba. El rebujito, que con su frescura, acompaña perfectamente a las tapas y platos tradicionales que son un festín para los sentidos. El flamenquín, la berenjena, el salmorejo, variedad de quesos y embutidos y un sinfín de alimentos.
Ven y Sé Parte de Nuestra Historia
Desde Gruposancristobal extendemos una invitación cálida a experimentar la Feria de Córdoba. No solo como espectadores, sino como protagonistas de una historia que se renueva cada mayo. Ven y vive la tradición, el baile, la música y la alegría que nos hacen únicos. Con nuestro mobiliario, cada momento en la feria será cómodo, elegante y lleno de vida.
